Doce. Doce de las bestias más mortales forjadas jamás en los fuegos del infierno han escapado y entrado en nuestro plano, y no quieren nada más que desgarrar la yugular de Charley Davidson y servirle su cuerpo destrozado y sin vida a Satán para cenar. Así que ahí está eso. Pero Charley tiene más en su plato que una turba de perros infernales irritables. Por un lado, su padre ha desaparecido, y cuánto más vuelve sobre sus últimos pasos, más aprende sobre la investigación que estaba llevando a cabo por su cuenta, una que hace que Charley se cuestione todo lo que ha sabido alguna vez sobre él. Añade a eso una ex mejor amiga que está persiguiéndola día y noche, una ola de suicidios que ha desconcertado a las autoridades, y un prometido para caerse muerta que ha atraído la atención de una celebridad local, y Charley no está teniendo la mejor semana de su vida.
Un poco al norte del infierno, un saldo, un bote y un brinco más allá del reino de la eternidad, hay un pequeño lugar llamado Tierra, y Charley Davidson, extraordinario ángel de la muerte, está determinada a hacer todo lo que hay en su poder para protegerlo.
Estamos perdidos.
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